lunes, marzo 16, 2009

Discurso de despedida

¡Hola!

Hoy quiero compartir con ustedes las palabras que les dije, a mis ahora ahijados, los estudiantes de la XVII de Relaciones Internacionales.

DISCURSO DE FIN DE CURSOS
GENERACIÓN XVII
LICENCIADOS EN RELACIONES INTERNACIONALES
MTRA. LAURA RICO

Buenas noches miembros del presidium, padres de familia, abuelos, abuelas, amigos, amigas, y sobre todo, egresados que hoy nos acompañan.

Hoy es una noche especial para todos los que estamos aquí. Hoy venimos a festejar que Karla Raquel, Jazmín, Arianna, Edgar, Lluvia, Mayra, Nadia, Adriana, Diana, Vivian, Miguel, Rosela, Alicia, Viri, Cecilia, Carlos, Karla, Mónica, Yolanda, Jesús, Caro, Aldo, Kennya e Iván son formalmente alumnos egresados de la carrera en Relaciones Internacionales Generación XVII.

Y quiero empezar diciéndoles a todos ustedes, que para mí es un gran honor y una gran alegría que me hayan elegido como su madrina de generación. Esto tiene un gran significado puesto que ustedes han sido una generación especial. Una generación de estudiantes que siempre han buscado dar más allá de lo que se les pide, una generación comprometida con su propio desarrollo, y con el futuro de México y del mundo. Una generación que sabe que el estudio y la responsabilidad no están peleadas con la diversión y la fiesta. Ustedes, han sabido ser más que un grupo de personas en un salón de clases, han sabido ser un equipo que se apoya en las buenas y en las malas. Un equipo que sabe luchar hombro con hombro por aquello en lo que creen y en lo que quieren. Y créanme, que eso, no es cosa fácil.

Su educación no termina aquí, y de alguna manera, esto apenas empieza. Pero ustedes llevan consigo la preparación necesaria para sortear los caminos difíciles que se puedan presentar y la preparación necesaria para saber aprovechar al máximo las oportunidades que están ahí y, que a veces, por temor o por miedo al cambio, titubeamos en tomar.

El mundo ha cambiado y los retos a los que ahora nos enfrentamos son distintos que aquellos a los que se enfrentaron nuestros padres. Sin embargo, ustedes tienen una gran ventaja. Ustedes, con una formación como internacionalistas pueden ver al mundo como un terreno conocido, como una casa a la que pueden recorrer de punta a punta y aún así no sentirse extraños. Lo que para muchos se ha convertido en un reto, en una limitación, para ustedes es ahora una ventaja y una oportunidad. Ustedes ya no son simplemente ciudadanos mexicanos, o paraguayos, ya no son sólo sonorenses, cachanillas o sinaloenses. Ustedes son ahora, ciudadanos del mundo y como tal, sus límites los impone su imaginación.

Se que estamos en un momento complejo donde el orden económico mundial se está cuestionando. Donde lo único certero es el cambio, pero no veamos esto con temor, aproximémonos a este escenario con creatividad y con la visión de que ésta es nuestra oportunidad para que se modifiquen aquellas cosas que no funcionan. Para que los sueños y la motivación encuentren de nuevo un lugar en el futuro.

Escriban en lo que hoy creen, en las ganas que tienen de crear y cambiar aquello que les duele, escriban en un papel la indignación que les da la corrupción, la tranza y el nepotismo; escriban la tristeza y la frustración de ver que aún hoy, en el siglo XXI en pleno año 2009, aún mueren más de 10 millones de niños al año por desnutrición. Escriban que hoy estamos en un momento crucial para hacer algo y detener el cambio climático y el calentamiento global. Escriban en esa carta, que están convencidos de que las armas no son el mejor camino para lograr la paz y que la educación y el desarrollo son las mejores armas para combatir al terrorismo, la violencia y la inseguridad. Escríbanlo y ténganlo presente, téngalo a la mano para que cuando lleguen esos momentos de incertidumbre, esos momentos donde la tentación les diga que es mejor irse por el camino fácil, recuerden que ustedes eligieron esta carrera porque soñaban con lograr hacer un
cambio. Que ustedes se comprometieron por lograr un mundo más justo y más equitativo; para que cuando se enfrenten a un sistema que les exija olvidarse de sus principios, ustedes recuerden que es mejor vivir 5 minutos de pie que 20 años de rodillas.

Aprovechen su capacidad de analizar lo que pasa allá afuera, acuérdense que eso de que todo lo malo "sólo pasa en México" es una frase hecha de aquellos que no han volteado a ver más allá de su nariz.

Cuando sientan que no hay salida, que no hay manera de que las cosas sean distintas, recuerden que hay realidades diferentes en otros lugares y que de ahí es donde debemos de aprender, que es posible tener otra realidad y que es posible si empezamos a ser nosotros, ese cambio que queremos ver. Porque podemos, es que debemos hacerlo.

Aprendan a disfrutar la grandeza en esas pequeñas cosas que nos ofrece la vida cada día, en eso reside la felicidad del ser humano. Y en cada experiencia a la que se enfrenten, en lugar de preguntarse POR QUE, pregúntense PARA QUE, pregúntense cual es la enseñanza que eso les deja.

Por último, quiero decirles que no olviden que la Universidad Autónoma de Baja California es su alma mater, y que siempre tendrán las puertas abiertas para volver. Pero no olviden que tienen un compromiso con la sociedad Mexicana puesto que gracias a ella, ustedes pudieron estudiar aquí, en una Universidad pública. Que por cada uno de ustedes, se quedaron otros 9 en el camino. Que México los necesita y que porque pueden, deben hacerlo.

¡Muchas felicidades!

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